Cúpula de la Catedral de Santa María del Fiore

Cúpula de la Catedral de Santa María del Fiore (Florencia)
Autor: Filippo Brunelleschi
Fecha: 1420-1436

La Catedral de Santa María del Fiore se empezó a construir en 1296 por el arquitecto Arnolfo di Cambio, pero no fue terminada hasta 1380 debido a una sucesión de grandes problemas como la muerte del arquitecto o la Peste Negra. En un principio, la cúpula de la catedral era de madera pero los problemas para construir una nueva eran varios por lo que en 1419 se organizó un concurso para elegir al arquitecto que fuera capaz de salvar estos problemas. En esta concurso participaron de nuevo dos grandes arquitectos y enemigos entre ellos: Ghiberti y Brunelleschi. Esta vez, ganó Brunelleschi aunque los jueces del concurso dictaminaron que el proyecto se llevara a cabo entre los dos, usando los planos de Brunelleschi. ambos aceptaron pero Ghiberti tachó de imposibles los planos, por lo que Brunelleschi fingió una enfermedad y marchó a Roma dejando solo a Ghiberti. Pronto Ghiberti se dió cuenta de la imposibilidad de hacerlo solo y Brunelleschi volvió para hacerse responsable de su obra.
El diseño de Brunelleschi se inspiraba en otra gran cúpula, la del Panteón de Roma, que usa una técnica de doble-emparedado, es decir, consta de dos bóvedas, una interior octogonal que sujeta la estructura y otra exterior, permitiendo así a la cúpula autosostenerse durante la construcción, evitando el uso de andamios. O eso es lo que se pensaba.
En la actualidad se tiene el conocimiento de lo que permitía automantenerse a la cúpula no era solo la técnica del doble-emparedado, sino también la disposición en diagonal de los más de 3 millones de ladrillos interiores, la técnica llamada ''pared a soga''. Brunelleschi se divertía escondiendo su secreto por lo que ordenó que los ladrillos de la bóveda exterior se dispusieran de forma distinta a la interior, que realmente soportaba el peso, o que se hicieran surcos en los ladrillos escondiendo así su verdadera disposición.
Brunelleschi tuvó que idear máquinas elevadoras y complejos sistemas de poleas para poder llevar a cabo esta magnífica obra de más de 37 toneladas.

Interior de la cúpula